Sábado 2 de mayo de 2015, hora aproximada 12:30. Un momento que no olvidare por muchos motivos. Acabábamos de llegar a Bilbao y nos disponíamos a subir la reineta. Yo no me encontraba muy animado y después de 2 horas al volante para llegar, decidí separarme del resto y llegar arriba con calma, sin calentarme. No se si fue una buena o una mala decisión, pero la suerte quiso que en aquella curva todo iba a terminar.
Me disponía a entrar a la curva, no demasiado rápido, iba charlando con Javi sin preocuparme de llegar arriba mas despacio que los demás y BUM, en pleno vértice de una curva sin previo aviso, el coche se fue de morros y bese el guardarail. Pare un poco mas adelante, estaba mentalizado a que iba a tener el destrozo del siglo.
Afortunadamente, solo quedó en una aleta doblada y unos arañazos en el lateral. Pudo ser peor pero aun no dejo de pensar, si hubiese ido rápido hubiese pasado bien? o el golpe hubiese sido como para no salvar? El caso es que quedo en un rato de tristeza y frustración, pero con la grata sensación de que me volvía a casa con mi coche en marcha sin problemas.
Al día siguiente, de no ser por las hábiles manos de Iván, mi coche aun seguiría muy lastimado. No obstante, su labor realizada para no contar con el material de su taller, fue la mejor que pudo, y el paso de rueda y aleta volvieron al menos a estar enderezados. A ver cuanto se retrasa el paso por cabina, pero gracias a el seguro que no quedara marca del pasado.
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