¿En una palabra? Locura. Un viaje que no debía alargarse mas de 16 horas, con ligeras paradas para repostar, se convirtió en una puta odisea. Todo empezó genial. Cenamos y arrancamos. Hasta Burdeos esquivamos peajes, nos ahorramos unos 30 euros, alargando el viaje en 40 minutos aproximadamente. Allí al ver una gasolinera "asequible" (25 cent mas barata en ciudad que en autopistas, pero aun así 20 cent mas cara que en España). Rumbo a Dijon ya por nacionales algo mas caóticas.
El consumo en nacional era irrisorio para un coche de esta potencia. De acuerdo, íbamos a 80-90 y a ratos a 110 pero hablamos de un coche de 300 cv pasados que estaba consumiendo menos que un compacto gasolina medio (100-150cv) de hace 15 años... Sorprendente lo eficiente que puede ser en viaje. Parecía que todo iba a ser tranquilo, avanzábamos sin parar, pero aquí empezaron los problemas:
El GPS nos perdió o nos desvió por "el mejor camino" y nos metió a unas carreteras que no había dios que las transitara. Bacheadas, estrechas, sin señalización y cuando pillamos al fin asfalto bueno al amanecer, el coche empezó a vibrar. Mierda! He perdido los plomos de la rueda! Pues no... me había salido un huevo en un semislick. El viaje se podría terminar para mi en este punto sin rueda de repuesto y sin posibilidad de avanzar a mas de 80 sin vibraciones.
Avanzamos como pudimos hasta una localidad perdida con gasolinera. Aquí repostamos y montamos las ruedas delanteras atrás y viceversa. Quería evitar a toda costa vibraciones en la dirección y colocar las ruedas dañadas en el eje que menos peso cargara. ¿Objetivo? Tratar de llegar a Luxemburgo sin pinchar, aun estábamos a 400 km y no podíamos pasar de 90... iba a ser largo y doloroso. Pero era la única alternativa, estábamos en mitad de un país desconocido sin rueda y siendo festivo, no había opción de reparar nada en ese sitio, había que avanzar.
Aun no me creo cuanto mis deseos por llegar me ayudaron ese día. Sobre las 8 de la mañana, con 1 hora de retraso respecto a lo previsto, llegamos a Dijon y apareció un Norauto abierto. ¿Tendrían un neumático? Lo tenían. Mi alegría infinita, saber que llegaría a Alemania! El viaje seguía! Acabamos hasta la polla de Francia, sus nacionales, sus limites de velocidad, su mierda de asfalto, su gente lenta y haciendo conducción torpe... Un país para olvidar del todo!
Pero cruzamos a Luxemburgo, repostamos. Ver el litro de 98 a 50 cent mas barato que en Francia fue orgásmico. Madre mía! Estábamos cerca, ya no quedaba demasiado. Apenas 2 horas. Llevábamos 2 horas de retraso respecto a lo que queríamos pero no faltaba mucho. El destino estaba tan cerca! Y la recompensa, la autobahn nos esperaba. Gloriosa autopista sin limite de velocidad.
Wimbach, habíamos llegado. El viaje termino, la aventura comenzaba! 7 días en el infierno verde, 7 días en el paraíso automovilístico... ¿Encontraría un juego de neumáticos pronto y barato? Estad atentos a las publicaciones de los próximos días! Esto ya esta en marcha!
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