Acabábamos de llegar! Descargar maletas y a explorar! No eran ni las 6 de la tarde y era sábado. El ambiente en los alrededores era excepcional. Queríamos empezar a contagiarnos de aquello. Pero teníamos un serio problema, no podía rodar con 3 semis y un Kumho convencional. Había que evitar riesgos absurdos un sitio así. Empezamos fisgando talleres y locales del polígono, pero los sábados por la tarde nadie trabaja, es lógico. De modo que cesamos la búsqueda hasta el domingo al amanecer, no quedaba mas remedio.
Lo que encontramos en el polígono nos flipó. La foto superior es de Raeder, el taller mas pijo que hemos visto en nuestra vida. Vaya colección de monstruos. Nos sentíamos pobres con coches convencionales frente a semejantes preparaciones. Hasta los bmw mas viejos iban armadísimos! El infierno verde es diferente a todo. Raeder no era lo único tan impresionante, justo al lado Atomic nos dejo con la baba colgando... ellos si estaban trabajando un domingo pero a puerta cerrada:
Ya que estábamos en modo cotilla, también nos encaramamos a la barrera de Aston Martin. Esto era lo que se veía desde la calle... imaginad que mas habría dentro. Acojonante! Todos los locales estaban igual de repletos de cochazos.
Hora de volver a la entrada del ring, hora de disfrutar del espectáculo desde el parking el primer día, tras 23 horas sin dormir en mi caso (y Pablo alguna mas, Jorch hizo siesta en el coche pero también había trabajado el día previo). La fatiga solo nos daba para disfrutar desde la barrera. Hice algunas fotos desde el restaurante mientras tomaba mi primera bitburger... como las voy a disfrutar, vaya cerveza!
Ademas nos hizo especial ilusión ver un participante de la Mongol rally como nuestros amigos Fernando y Jorge, que llegarían en unos días hasta aquí. El primer día estaba casi concluido. Tocaba acostarse para recuperarse y empezar fuerte el primer día útil.
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