Esta tarde, idílica cuanto menos. Para un día entre semana que salgo a dar una vuelta para despejarme con tanto estrés, llego a Burlada y se para el coche de golpe, luces, motor, cuadro, todo... Menos mal que Juan vino rápido, lo movimos a un callejón desde la avenida y ya me quede mas tranquilo al llamar a Markuleta.
Total, que solo se había movido el borne de la masa de batería. En cuanto solté el tornillo y lo apreté otra vez y solucionado. Pero vamos, salir a desestresarme y acabar quemado tirado a la entrada de Pamplona. Un día que mejor si no me hubiese despertado.
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