jueves, 4 de febrero de 2016

Crónica de una restauración (Parte II)

Hoy concluyo lo que ayer inicie, ya que me parecía excesivo para una sola entrada. Ayer resumí a priori los últimos meses sin coche. En la entrada de hoy relatare la odisea vivida este fin de semana y la re-presentación en sociedad del pequeñín.




Dado que no tengo fotos del transcurso del día, intercalare el poco material del que dispongo desde el sábado noche hasta "presentar" el civic, empezamos!





Vamos a ver, ¿Donde me quede? Si, todo comenzó hoy hace una semana, el jueves 28, aproximadamente a esta hora. Recuerdo estar hablando con Ivan muy nervioso, hasta el punto de haber entendido "el coche esta listo" pero entre medio un "Pero esta semana no tengo mucho tiempo" cuando lo que en realidad dijo fue "Pero la semana que viene no tengo mucho tiempo". Me desanime un poco, sabiendo que estaba terminado, iba a tardar 15 días mas mínimo en ir a por el y ademas tendría que traerlo con la ITV caducada.


Por la noche volvimos a hablar. Esta vez telefónicamente, no por whatsapp. En ese momento decidí que al día siguiente iba a bajar como fuese a por mi coche. Busque en blablacar y me apunte a un coche que salía a las 4:30 de Pamplona. Prepare una pequeña maleta, una bolsa con la radio y me trate de dormir algo aquella noche. Al día siguiente pedí una hora de asuntos propios en el trabajo, gracias a Ibai fui a autobuses a tiempo para coger el viaje y deje a todos "engañados" de que el fin de semana lo iba a pasar en carnavales de Igoa.





Llegue a Madrid sobre las 8:30 y me dejaron en la Avenida América donde espere a Javi. El viaje fue entretenido, con mucha conversación y muy tranquilo, sin contratiempos. Esa noche la pase con Javi, encantadora charla, nos pusimos al día y nos fuimos a dormir. Al día siguiente me traslade en cercanías desde Aluche hasta Torrejon. Me recogió el hermano de Ivan en la estación y me llevo a casa donde pase la mañana y estuve hasta después de comer.



Recogimos a Sira en casa y llegó la hora, nos fuimos al reencuentro. Casi 6 meses nos separaban a mi civic y a mi desde la última vez que rodabamos juntos. Estaba muy muy nervioso, con taquicardias... Me plantaron en la puerta del taller, me vendaron los ojos, abrieron la puerta del taller... y allí estaba, tan brillante, tan impecable, no me creía lo que veía, mi mimoso estaba terminado.

Me seque las lagrimillas de emoción, arranque al enano para darme una vuelta, revisamos la presión de neumáticos y salí por el polígono. Los pedales eran tan familiares, el tacto del volante, la rapidez del cambio, el rebote de la suspensión y el sonido del escape... estaba en casa. Cerramos el taller y partimos hacia la gasolinera de Torrejon para después ir a Daganzo para cenar en el Tonatiuh.

Al llegar al Tonatiuh cual fue mi sorpresa al ver a Rure, Victor, Blair, Pako... lo que iba a ser una cena con Ivan, Sira y Javi (que no pudo asistir por un pequeño incidente) se convirtió en una cena en cuadrilla en toda regla. La verdad es que los amigos de Ivan son buena gente, siempre me suelo sentir bien acompañado con ellos. Después de cenar nos retiramos, dejando el civic en la cochera para pasar la noche.



Al día siguiente despejamos la cochera, llevamos al taller todos los titos que tenía Ivan guardados pendientes de tirar o trasladar. Después de descargar en el taller lo suyo y cargar lo mio, nos fuimos a hacer alguna fotillo rápida y rumbo a casa a comer.


Nada mas terminar de comer, lamentablemente tuve que partir hacia Navarra. Me despedí de la familia, recogí mis cosas, y me prepare para marchar. Como prometí a Ivan, antes de irme, hice una última foto a la parejita. A saber cuanto tardaran en volver a verse, puede que 2-3 meses fácil

.Comenzó una odisea de viaje. No llevaba ni 100 Km y empezó a sonar un ruido muy raro "mierda, el palier a cascado" "pues nada, hasta donde llegue, ya no puedo hacer nada" tire hacía casa y poco a poco el sonido aumento. Pare en Valverde, a 10 Km de entrar en Navarra, y al abrir el capo no veía nada raro... ademas va y el coche se cala por el problemilla eléctrico que tengo. Así que cerré capo y hacía casa que continué.

Me mantuve todo el camino respetando los limites de velocidad, acelerando progresivamente y con suavidad, y sin hacer cosas raras, el consumo fue ridículo. No hice mas que llegar a Itaroa y zas! Yo que trataba de llegar a casa a lo comando sin ser descubierto, ya me vio un amigo, así que nada, saludar, ver su cara de sorpresa/risotada y tirar adelante sin parar. En el cruce de Ciaurriz me junte con Alvaro que me acompañó hasta casa y por fin el peque descanso junto a Corsario.

Llegó al poco rato Ibai también a verlo y durante este rato nos fijamos en el motivo por el cual parecía que el coche iba a reventar en cualquier momento. El cubrecarter se había caído y se partió en dos, haciendo que el sonido fuese constante hasta casa. Vaya cara de idiota se me quedó.


Y hasta aquí por hoy... joe, aun tengo cosas que contar! Tengo que hacer otra entrada mas! Próximamente!

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