viernes, 5 de febrero de 2016

Crónica de una restauración (Parte III)

Espero que con esto ya ponga al día todos los sucesos, por que lo que iba a ser una crónica de la llegada a casa del civic va ya por su tercera entrega! En fin, al lio!




Continuemos en el Lunes, día posterior a traerlo. Fui con Mikel a trabajar y "engañe" a Juan para que me llevase de vuelta. Cabe esperar que Juan no es tonto y sospecho enseguida. Llegamos a casa, entramos dentro del garaje y al verlo lo dijo todo "Muy raro se me hacía todo, algo me decía que iba a ver el EK hoy!" Nos fuimos hasta Saldias para darle el gran estreno. No sentía tal ilusión y felicidad hacía tanto tiempo...

Y así pasó, la foto de "presentación" ya estaba echa, el tramo de estreno ya estaba echo y como no, la compañía para testificar y disfrutar del momento también acompañaba. Sabias palabras de Juan durante aquella tarde:

"Hacía tiempo que no disfrutaba tanto de copi sintiéndome seguro y confiando" 

"Lo hable con David, siento envidia de como aprecias este coche, se ve que es el coche que tu quieres y eres feliz de verlo día tras día no te aburre, es como si estuviese echo para ti"

"No queremos mas que mas y mas, todo el mundo queriendo pepinos... y tu eres mas feliz que muchos con tus 114 cv, disfrutando como pocos"

Volvimos a casa y tras hacer un par de cosillas trate de engañar a Oier y aparecer sin motivo, pero este también estaba que se hacia el culo agua y cuando llegue estaba esperando ver el civic. Nada, visto la poca sorpresa que causaba en mis amigos, decidí publicar las fotos en Internet y punto pelota.

Al día siguiente martes lleve el Civic a Pamplona dado que Mikel madrugaba algo mas, así aprovechaba para hacer ruta de talleres. Aparque el coche en el trabajo, quitando a una compañera su plaza favorita con el consiguiente "un puto coche amarillo me ha quitado el sitio" hasta que le dije que era mio.

Y en este punto, tras salir de trabajar empezaron los disgustos. Fui a Neumáticos Olaz a revisar un supuesto pinchazo y resulta que una llanta tiene una grieta. Aquí llego Pablo y vio por fin el coche también. Recuerdo que en mi estancia en el taller el coche se llevo la mirada de todos los presentes allí: Mecánicos, clientes, empleados de la gasolinera y gente que pasaba a repostar... ciertamente llamaba la atención.

Visita al taller de Cacho a enchufar "bien" la radio, y resulta que tengo alguna clema tras el salpicadero suelta y hay que buscarla, segundo chasco y salir rumbo al tercer taller malhumorado ya. Llegó a Talleres Markuleta, taller de confianza donde repare y hice la revisión al corsa después de que me dejase tirado volviendo de Madrid en noviembre y subimos el coche al elevador a revisar con esperanzas de encontrar un par de fallos pendientes.

Aquí paso lo mismo, fue entrar al taller y los 3 mecánicos revoloteando alrededor del coche. No fue tan exagerado como en la gasolinera pero llamo la atención también. Y siguió mi racha: Palier con guardapolvo roto confirmado, rodamiento del lado opuesto echo papilla y para colmo la abrazadera del radiador floja y iba perdiendo anticongelante. Gracias a mi patética suerte, no paso nada, la apretamos, rellenamos nivel y a movernos. El fallo eléctrico era demasiado complicado de localizar a simple vista, tocara revisar mas adelante.

Para acabar el día me pase por el taller de Iñigo, charlamos un poco y regrese a casa. Actualmente el coche esta parado, pendiente de sanear todo lo mencionado y preparándose para la ITV que caduca ya.

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