Hoy ha sido uno de esos desagradables días de pasar varias horas con el aspirador. Ha llegado la primavera y con ello la temporada de ir con las ventanas bajadas... y ver pelos de Haku volar delante de mi cara. Despues de un invierno de dejadez, he decidido desmontar todo el interior para limpiar a conciencia el pelo de perro. Ha sido una labor concienzuda, espero no tener que esmerarme tanto en mucho tiempo.
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