Nefasto lunes por San Sebastian. Después de salir de trabajar había quedado con una amiga para comer en un japones y nos desplazamos hasta allí. Aparcamos en el subterráneo de Txofre con la esperanza que el coche estuviese seguro... cuanto menos incierto. Al volver, el coche tenia un golpe horrible, ademas de partirme un canard. No me dejaron nota y para colmo, encima de pagar por aparcar, no se responsabilizaron del golpe en el parking. Por cosas así se le quitan a uno las ganas de volver a pagar por aparcar con la esperanza de que el coche este como lo deje al volver.
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