sábado, 14 de diciembre de 2024

Frenar imposible, tampoco el sábado

Empecé la mañana volviéndome loco, pasándome por todos los locales que podrían venderme arandelas pero nada, tras probar suerte en varios, al final tuve suerte y mi amigo Iñigo me abrió su taller y me pudo dar unas pocas. Las montamos y purgamos dos veces pero que va, pedal hasta abajo, tacto malísimo y sin apenas mordida de freno. Me retire derrotado, ya he tomado la decisión de llevarlo a taller y que me lo miren allí. Hay cosas que llegado a este punto prefiero pagarlas y olvidarme.

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