Volvimos a meternos en el coche para un viaje de 1400 Km cruzando la interminable Francia, con el único propósito de llegar a Alemania. Salimos al anochecer y llegamos a comer. Vaya odisea una vez más. Este año, dado que Asier tomó una ruta pasando por Reims, paramos a ver los edificios del paddock del antiguo circuito que una vez albergó la Fórmula 1 entre 1932 y 1966. Estas cosas apenas se conservan en España (aparte que nunca hubo una cultura automovilística como en Francia, Alemania o Reino Unido).
Y tras algo más de 14 horas (contando paradas) llegamos al templo. Lo primordial era la foto de llegada, y por segunda vez este año, no vine en mi coche pero había que plasmar la llegada. No fue un viaje fácil (ir sentado atrás era ensordecedor) pero tampoco fue para dramatizar. Era cómodo y se agradecía bastante. Tras el check-in hora de acercarse a pista a ver qué se cocía por allí.
Dimos una vuelta con Asier, la cual en el asiento trasero daba hasta miedo por las inercias, pero fue una experiencia increíble y paseamos por el parking el resto de la tarde. Nada más reseñable debido al agotamiento de llevar tantas horas sin pisar una cama. Dejo unas fotos de los coches que más me llamaron la atención este dia. El primer Corolla GR que he visto en mi vida, claramente importado. El maravilloso Supra que en UK parece haberse vendido increíble y no podía faltar un 911 GT3.
Y para terminar el dia, visita a Ali Baba, el Kebab de la zona al que tanto nos gusta acudir. Hasta mañana!
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